Claro que es fácil decirle a alguien que está loco. Cuántos de
nosotros hemos dicho eso a alguien o hemos escuchado que a alguien le
describen con esa palabra. Bueno, como dije en uno de mis posts
anteriores, en mi trabajo les encanta llamar bipolar a la gente
eccentrica o "loca". ¿Saben qué? Yo soy una de las personas más
brillantes, responsables y trabajadores de ahí y soy bipolar. Es
cierto, tengo mis cosas que me caracterizan y obviamente, dicen que
nadie tiene un carácter como el mio. Pero, ¿es esa razón para temerme y
ponerme un letrero en vez de considerarme una persona?
Claro
que es fácil controlarse cuando uno es bipolar. ¿Cómo se siente? Me
siento como la idiota más grande del mundo cuando YO pienso que soy lo
mejor, que estoy feliz y la gente me dice que estoy siendo grosera e
inconsiderada. Es una relación de amor y odio. Amo y adoro sentirme
bien, sentirme productiva, feliz, creativa...lo sé todo, todo sale bien,
todos me aman. Odio cuando estoy en esos estados y grito a la gente, le
hago sentir mal, molesto demasiado, tomo malas decisiones. Odio cuando
estoy deprimida y levantarme cuenta como caer de la cama al piso porque
no puedo moverme. Odio cuando quiero estar sola, cuando temo ver a otra
gente, odio cuando sufro y creo que no hay esperanza y pienso en la
muerte. Amo cuando me siento como si no estuviera ahí y todo el mundo
que observo, todas las cosas me parecen tan maravillosas. Odio cuando me
siento como si no estuviera ahí y estoy haciendo trabajos serios como
manejar un auto o tratar con una persona en el trabajo. Claro que es
fácil evadir esas cosas. Después de todo, ¿son cosas que nos proponemos a
hacer? No. Son cosas que podamos controlar, pero si identificar y
tratar de restringirnos a nosotros mismos.
Si solo la gente podría entender...